Argentina saldrá a la superficie para jugar con las heridas abiertas de Brasil cuando se enfrenten a Alemania en la final de la Copa Mundial de la FIFA del domingo.
Antes de la gran final, la final de ensueño de muchos fanáticos habría visto a Brasil y Argentina enfrentarse cara a cara en un final de Maracaná, aunque la demolición semifinal 7-1 de los anfitriones a manos de Alemania lo negó.
Pero en lugar de la multitud de Río de Janeiro que desea Comprar camisetas de futbol baratas para niños que los conquistadores de Brasil sean derrotados de manera similar, su rivalidad con Argentina significa que se espera apoyo partidista para el lado de Joachim Low.
El fracaso de Brasil para ganar el torneo en su tierra natal por segunda vez – después del desastre de ‘Maracanazo’ de 1950 contra Uruguay – lo último que los locales querrán ver es Lionel Messi alzando el trofeo después del tercer triunfo de Argentina en la Copa Mundial.
Ambas partes han mostrado el carácter en sus respectivas rutas a la final.
Alemania fue empujada a la prórroga por Argelia en los últimos 16, mientras que la Argentina de Alejandro Sabella fue llevada hasta el final por Suiza en el mismo escenario antes de necesitar sanciones para vencer a Holanda y reservar un lugar en la final.
La pareja se ha enfrentado seis veces en la Copa Mundial, con dos encuentros en el partido decisivo.
Argentina prevaleció en el calor mexicano de 1986 cuando Diego Maradona selló su legado de clase mundial, a pesar de estar casi marcado por el hombre fuera del juego por Lothar Matthaus.
El seleccionador alemán, Franz Beckenbauer, había advertido que su equipo estaría más preparado para ganar cuatro años más tarde en Italia, y se demostró que tenía razón ya que una final de repetición los llevó a ganar 1-0 en la final más tempestuosa del torneo.
A Pedro Monzón y Gustavo Dezotti se les mostraron las primeras tarjetas rojas en una final de la Copa Mundial, y las eliminaciones a manos de los alemanes en las dos últimas ediciones tendrán a la Argentina desesperada por venganza.
En casa, en 2006, Alemania no solía tener problemas en una victoria por penales y cuartos de final, mientras que una pelea posterior al partido mostraba antiguas tensiones.
Messi, cuya contribución el domingo será tan minuciosamente analizada, fue solo una sensación adolescente en el choque de Berlín, pero fue una superestrella mundial cuando las partes se enfrentaron cuatro años más tarde en Ciudad del Cabo para otro choque de octavos de final.
Sin embargo, el barcelonista no pudo evitar una humillante derrota por 4-0 ya que los métodos de entrenamiento ultracolectivo de Maradona fueron despiadadamente expuestos.
La falta de contribución de Messi en Sudáfrica vio Camiseta ter stegen niño surgir dudas sobre su capacidad para reemplazar realmente a Maradona como ícono de una generación argentina.
Este año, sin embargo, el capitán por sí solo los arrastró a través de la fase de grupos y, a pesar de una contribución limitada a las rondas eliminatorias, la Copa del Mundo de 2014 será recordada como la de Messi si Argentina sale victoriosa.
Si bien un hombre es lo más destacado del potencial éxito de Argentina, una victoria para Alemania sacudirá cualquier temor persistente de que se hayan convertido en garfios.
Alemania ha logrado al menos las semifinales de las últimas tres Copas del Mundo, pero no ganó ninguna.
Perdieron la final de 2002 ante Brasil antes de las semifinales consecutivas, mientras que sus últimas dos campañas en el Campeonato Europeo han terminado en una derrota final y una derrota en la semifinal.
Ya sea que un brasileño espere evitar un desastre nacional, un argentino que espera que se confirme un legado, un alemán con la esperanza de sacudirse las dudas o un neutral que espera el mejor partido del fútbol, el enfrentamiento del domingo seguramente será especial.